Todas sabemos que, para una chica, llegar al orgasmo mientras se tiene sexo no es tan fácil. Con el tiempo, si tienes pareja, acabáis conociéndoos tanto que llegas sin dificultad y se puede tener más de uno en cada relación sexual. Pero no es, como se diría, pan comido. Incluso a veces depende del día (de estar más propensa o no). Sin embargo, de lo que más depende, es de los juegos preliminares.
Para poder llegar a un orgasmo de calidad, no nos hemos de limitar al coito sino que hemos de preparar al cuerpo estimulando cada parte de la piel en los juegos preliminares. Acariciar todo el cuerpo, realizar un cunnilingus (pero no hasta el final), besar el pecho… todo aquello que se os ocurra y que sepáis que a vuestra pareja le va a encantar está permitido. Y, luego, ya podéis fusionaros y llegar al clímax.
Hay muchas chicas que, con menos, llegan al orgasmo pero hay más chicas aún que no. E, incluso, hay chicas que, ya sea por problemas psicológicos o de otra índole, no llegan nunca al deseado orgasmo.
Para facilitar este camino al orgasmo y que sea un camino de placer, existen los juguetes eróticos. Entre ellos, tenemos el anillo vibrador de Durex, ideal para estimular el clítoris mientras el chico penetra a la chica. A él le ayuda a mantener la erección y también a tardar un poco más en eyacular (porque ejerce presión sobre la base del pene). Y a ella, al notar las vibraciones en el clítoris, le ayuda a llegar al orgasmo. Además, chicas, ¡también lo podéis usar como vibrador cuando estéis solas!
Faltarían decir dos cosas dentro de este tema tan complicado como es el orgasmo femenino y que daría para libros y libros. El primero, que hay médicos que ponen en duda la existencia del orgasmo vaginal y que todos, en realidad, son clitoriales. Y, en segundo y último lugar, que tampoco hay que obsesionarse con él porque es crear presión sobre vosotras mismas y os costará muchísimo más llegar al orgasmo. Tenéis que disfrutar del momento, gozar del placer y, si llega, bienvenido sea pero tampoco veáis al orgasmo como el objetivo de cada relación sexual que mantengáis porque, entonces, no disfrutaréis ninguna. ¡Y, el sexo, está para disfrutar!