Para conocer nuestro cuerpo y nuestro propio placer nada mejor que un vibrador. Y si, además, este es acuático, mejor que mejor porque unimos el juego con un momento tan íntimo como la ducha.
El vibrador que os recomendamos hoy es para cualquier tipo de chica, tanto para las más atrevidas como para aquellas tímidas que les cuesta adentrarse en el sexo. No es el clásico vibrador sino que es un
gracioso patito que, aparte de decorar nuestro baño, nos invita a estimular nuestro clítoris con sus tres velocidades de vibración. Y no sólo se puede usar en el clítoris sino en cualquier parte de nuestro cuerpo en el cual sabemos que nos proporcionará placer.

Imagínate llegar un día cansada de trabajar y tener ganas de una buena ducha para olvidarte de todo y desconectar de los quebraderos de cabeza ocasionados durante el día. Una ducha cualquier quizá puede desestresar pero una ducha con nuestro pequeño "duckie" seguro que cumple su función: placer y desconexión. ¿No te apetece poder para el tiempo? Con el patito vibrador es posible.