¿Los besos están sobrevalorados? ¿Tienen tanta importancia como teóricamente se les da para saber si te gusta alguien? ¿O no? O, por contra y hablando en la práctica y no en la teoría, ¿Somos las personas que, con el uso, les hemos quitado el valor que merecen?
¿Quien no conoce a aquella persona que tiene un amigo con el que de vez en cuando se lía pero no hay nada entre ellos? Son amigos que, cuando van con alguna copa de más y no han conocido a nadie nuevo, se lanzan sobre el otro. Al día siguiente, actúan como si nada hubiera pasado. O también encontramos el caso de personas que se lían con alguien que acaban de conocer (hasta aquí, la mayoría de las personas) pero que no les gusta o lo hacen por pasar el rato. Al día siguiente, quizá se arrepienten o quizá no, pero ha sido algo pasajero que no marcará de ninguna de las maneras su día a día.
Los besos tienen una gran importancia a la hora de elegir a la pareja: si no se besa como a uno le gusta o no se siente lo que se quiere sentir durante un beso, difícilmente saldremos con esa persona. No se trata de realizar un beso perfecto sino que ese primer beso o primeros besos sean los deseados. En ese sentido, no dudamos de su importancia pero (¿lamentablemente?) no siempre un beso implica un deseo o una atracción hacia el otro protagonista. Entonces, ¿hay personas que los da por dar? ¿por pasar un buen rato simplemente?

Sabemos que cuando, por ejemplo, una persona nunca ha sido infiel, le cuesta más dar ese paso, manteniéndose fiel a su pareja. No obstante, cuando se pasa la línea y se cae en la tentación, a partir de ese momento ya no es tan difícil seguir siendo infiel. Al igual que cuando somos vírgenes cuesta más dar ese paso y, una vez ya dejas de serlo,
no concibes una cita sin que tenga ese objetivo o ese fin: el de acabar en la cama.
Esto nos lleva a lo que preguntamos un día: ¿qué era más importante, la primera vez o el primer beso? Dijimos - y seguimos manteniéndolo - que
el primer beso era más importante, suele ser más recordado y sigues reviviendo parte de lo que sentiste. Sin embargo, si eso es así, ¿
cómo es que con el paso del tiempo los besos dejan de ser mágicos? Por lo mismo que al infiel ya no le cuesta serlo: por práctica, por uso. ¿Se gastaron los besos de tanto usarlos, parafraseando aquella canción popular?
Hablamos siempre en términos generales y para haceros pensar un poco en todo ello. Seguro que muchas personas siguen dando a los besos la importancia merecida. ¡A besarse!