Sábado, sabadete. O cómo poner en marcha el engranaje sexual. Seguro que tú quieres, seguro que él o ella quiere y no hay mejor día que un sábado, cuando el tiempo no apremia, para hacerlo; como cada día pero sin prisas.
Me cuenta un amigo casado que eso que se dice que cuando te casas acabas por hacerlo una vez al mes, en él no se cumple. Dedica, como mínimo, tres veces a la semana, ya sea antes de acostarse o después, momento que su mujer prefiere. Sea como sea y cuando sea, lo importante es no perder la magia sexual.

Otra cara del asunto es la de una amiga que ayer dijo algo así como "me voy ya que hoy toca". ¿Cómo que hoy toca? ¡No hay que hacer del sexo algo planificado y autómata! Con eso lo que se consigue es que sea como una de esas acciones diarias - trabajar, cocinar, limpiar - que implican un toque de "obligación". Y el sexo no ha de ser obligado sino practicado cuando a uno le apetezca y no cuando se planifica. Porque, de otro modo, se convierte en una práctica aburrida y sin alicientes.
Hoy os proponemos que canceléis todos los planes que tengáis para esta noche y no salgáis, ya no de casa, sino de la cama. Disfrutad de las sábanas, de los cuerpos, de los besos y del sexo. Y si es con alguno de los
juegos que podéis encontrar aquí, mejor aún.
¡Feliz noche!