El servicio de mensajería Whatsapp nos ha afectado en todos los sentidos. Sobre todo, en el ámbito de la pareja.
No paramos de mirar si se ha conectado, cuándo ha sido la última vez que lo ha hecho, por qué no me ha contestado cuando ha leído mi mensaje, por qué se ha conectado si me ha dicho que no podía, por qué me ha contestado tan tarde... ¿Con quién estará si me había dicho que estaría haciendo tal...?
Lo que por una parte son ventajas - estar siempre comunicados - por otra parte se convierte en una gran desventaja que genera conflictos y ¡hasta rupturas! Se producen desconfianzas y eso acaba haciendo una fisura en la relación de pareja.
Tenéis dos opciones: o activar la opción de ocultar la información de la última vez que uno se conecta (sabiendo que tampoco podrás ver cuándo se conectan los otros) o confiar. ¡Así de simple!
Llevar una relación es fácil; somos las personas las que lo complicamos todo un poco poniendo barreras y generando confusiones. Si tanto de "pica" la curiosidad, pregúntalo abiertamente y no hagas suposiciones sin ninguna base.
Lo más importante: ¡Disfruta de tu relación, el tiempo es oro!