Ayer volvimos a tener una de esas charlas que pretenden arreglarlo todo. Os pongo en situación: 4 chicas y un chico. El tema: Sexo anal al chico.
Todo vino porque el chico dijo que su novia – que era una de las 4 chicas – no quería practicar sexo anal, que él quería hacerla disfrutar por detrás pero ella se negaba. Entonces, fue cuando su novia le contestó que ella quería también indagar en su parte trasera y que él se negaba. Se barajó la posibilidad de que los dos cedieran: si ella cedía a realizar sexo anal, él cediera a que ella le explorara y le penetrara. Nosotras, las otras 3 chicas expectantes y espectadoras de la situación éramos partidarias de esta solución. Es más, les animábamos a ello. A él, para que descubriera que disfrutaría mucho si su novia le penetrara con un dedo; a ella, porque también disfrutaría mucho si él la penetrara por detrás y descubriría nuevas sensaciones. ¿Qué lo prueba y no le gusta? No pasa nada, lo importante es probarlo, porque tal vez así descubres que es lo que más te gusta. Aunque bueno, qué voy a decir yo, ¡si soy pro sexo anal!

Aún no sabemos si les hicimos entrar en razón y esta noche han realizado sus “fantasías” pero, sobre todo, hacerle entrar en razón a él. ¿Por qué? Porque los motivos por los que no quería que su novia tocara sus partes traseras hacían referencia a la masculinidad.
Chicos, que os entre una cosa en la cabeza: que os guste que os practiquen sexo anal no significa que perdáis vuestra heterosexualidad. “A mi el culo no me lo toca nadie”, “eso es de gays”… expresiones como estas son las que utilizan como argumento muchos chicos que se niegan a que sus novias exploren en su culito. No seáis tontos, probarlo, si no os gusta pues no se hace, pero al menos probarlo. Decirle a vuestra pareja que use un poco de lubricante así el dedo pasará mejor y no os dolerá (hay lubricantes específicos para la zona anal). Seguro que no os arrepentiréis, disfrutaréis mucho, os excitará mucho y os producirá mucho placer, entre otras cosas, porque vuestro punto G se encuentra en el ano. ¿Qué mejor que estimularlo?